Mucho se ha dicho sobre las movilizaciones estudiantiles de este año 2011. Los estudiantes, como nunca antes, se han hecho partícipes del debate nacional de alto vuelo, codo a codo con los “expertos” en dichos temas y han logrado demostrar que detrás de aquellas “opiniones de especialistas”, siempre se esconden motivos políticos que responden a un proyecto ideológico, histórico.
Esta confrontación en la forma de percibir las demandas estudiantiles ha provocado que se trunque este debate, sin poder llegar a acuerdo, acusando al estudiantado de intransigencia y poca capacidad de diálogo. Pero ¿Cómo dialogar cuando unos entienden la educación como un derecho y otros como un bien de consumo? Para confundir y disipar este debate se ha recurrido a una serie de afirmaciones que tienden a no ser muy claras al momento de mencionarse.
- Se ha dicho que la educación no puede ser gratis; pero la verdad es que nada es gratis, la diferencia es que en Chile el 85% del financiamiento en la educación sale del bolsillo de las familias y el garante de este derecho debiera ser el Estado, asegurando la educación de su pueblo y protegiendo el valor de “lo público” por sobre “lo privado”
- Se ha dicho que Chile es un país pobre, incapaz de financiar la educación gratuita. Pues entonces debiéramos cuestionarnos si acaso merecemos el título de “jaguares de América Latina” ¿O es acaso, que el modelo económico imperante en este país le da excesivos beneficios a la inversión extranjera en desmedro del desarrollo nacional? El royalty que se le cobra a las ganancias extranjeras en Chile es menos de la mitad de lo que cobran en otros países. Esto quiere decir que, de nuestro producto nacional (por ejemplo el cobre), los privados se quedan con gran parte de la ganancia, disminuyendo así, las fuentes de ingresos estatales y, menguando también, el presupuesto fiscal.
Estos (y muchos otros) son los aspectos que no permiten avanzar hacia un acuerdo en educación. Donde por un lado se proyectan demandas que revitalicen la educación pública, las cuales aluden a que los derechos sociales dejen de estar condicionados a las lógicas crediticias y mercantiles que ha impuesto el modelo desde los años 80`; y, por otro lado, el gobierno no puede ceder en su proyecto histórico: las reformas que han ofrecido en educación solo responden a lógicas subsidiarias y al perfeccionamiento del sistema neoliberal.
Para aterrizar un poco más este tema y hacerlo más entendible, hemos confeccionado un esquema que presenta las demandas estudiantiles v/s las respuestas que ha dado el gobierno. He aquí los puntos más importantes :